España sigue demostrado con creces que volverán a las andadas: nosotros los sanitarios sin material, sin personal suficiente... seguimos yendo a una guerra sin armas para luchar. Pero ellos, en los despachos, bien protegidos. Y los ciudadanos no importan, daños colaterales. Da igual cómo nos pongamos: hasta que no lleguemos a un número equis de muertes establecido, no van parar. Muchas muertes sin culpa, pero políticos con beneficio. Estamos asistiendo a una guerra sin tregua y sin fin, hastiados de un gobierno inútil para nosotros pero útil para otros. Y no hay falta de medios de infraestructura, porque el país los tiene. En estos casi cinco meses de agonía, rabia e impotencia de no poder ayudar a nuestros pacientes, si no lo hicieron antes, ¿por qué lo van hacerlo bien ahora?