La derecha española ya no encuentra fórmulas para entorpecer la labor del gobierno de PSOE y Unidas Podemos, con el beneplácito de partidos nacionalistas, republicanos y de la izquierda española. Estamos asistiendo durante los últimos meses, además de a una terrible pandemia, a la escenificación teatral de PP y Vox para ver quién la dice más alta y de peor calibre. Deberemos reconocer que la derecha añora el poder como un bebé su chupete, pues están acostumbrados a gobernar desde los tiempos del franquismo y no saben estar en la oposición. Por lo tanto, el gobierno de la nación y todos los partidos que le auparon al poder deberán ser consecuentes con los pasos a dar y seguir manteniendo a este gobierno y la derecha española debería ser un verdadero partido de la oposición y no un simulacro de lo que representa Vox. Euskadi y Galicia van a ser el laboratorio de pruebas, con sus nuevas elecciones autonómicas para escenificar por dónde y hacia dónde van ir dirigidos los votos de los ciudadanos.