Lo mismo que estamos haciendo más ejercicio físico de lo normal en casa, para no perder la masa muscular al no poder andar o hacer deporte en el exterior, lo mismo tenemos que hacer con el músculo de la memoria zángana cuando todo esto acabe. Y ello, para no perder todo el músculo de fuerza que estamos reteniendo en nuestras neuronas, por la evidente realidad de que está situación tan tremenda que estamos viviendo se ha agravado enormemente, por la praxis tóxica de un capitalismo depredador de avaricia infinita, en la que privatizar los servicios sanitarios era una de sus señas de identidad más hirientes. Por eso no basta con aplaudir a las ocho, hay que incidir para que los recortes no se sigan dando y se puedan ir recuperando los perdidos.