Es una barbaridad, tal vez diríamos que es escandaloso en grado sumo, que el número de representantes del pueblo español en las instituciones municipales, autonómicas, centrales y europeas alcance la suma de ciento veintidós mil veintiuna personas.

Y es una de esas personas, el sr expresidente del gobierno quien se las esta haciendo de rogar para acabar de una vez siendo presidente de la nación española. Parece una insensatez que en todos los mentideros de comunicación anden lanzando cohetes y serpentinas para ver quien se lleva el gato al agua.

Resulta altamente paradójico que para gobernar un país y sus instituciones sea necesario ese ingente número de personas. ¿por qué para gobernar un país no hace falta requisito previo alguno? Esta superclaro, que en ninguna empresa privada se cometerá semejante imprudencia; pero en política, ciudadanas y ciudadanos aceptamos alegremente que nos gobiernen personas que quizás tienen grandes condiciones para gobernar pero que no las han demostrado nunca.

Una democracia, es un sistema para convivir en condiciones de profundo y persistente desacuerdo; más que un régimen de acuerdos. Los acuerdos son menos conservadores que los desacuerdos.