Celebramos el Día del Donante de Órganos y Tejidos. Una oportunidad para mostrar el agradecimiento a un gesto impagable que sucede en una sociedad donde lo negativo, por su ruido, siempre tiene más eco. Si nos detenemos en leer el informe de la ONT, nos damos cuenta que las cifras de las donaciones están ahí y nos hablan de solidaridad, de vida. A lo largo del año pasado, 2.241 donantes dieron vida a 5.318 personas. Es decir, cada día, 6 donantes están dando vida a más de 14 personas. En cierta ocasión anoté en un papel una frase que me llamó la atención: “El decimoprimer mandamiento podría ser: si dejas de vivir salva una vida”. La donación es una realidad callada, silenciosa, realizada en un momento difícil. Es la respuesta solidaria cuando una vida se apaga y los órganos se dan, de forma anónima, a otra persona enferma que los necesita para que estos puedan seguir viviendo en otro cuerpo. Los trasplantes de órganos y tejidos son una realidad porque se realizan con el respaldo y la garantía del Servicio Público de Salud, con el trabajo de centenares de personas entregadas a este cometido. Solo queda agradecer continua y permanentemente, todos los días, a las personas donantes y a sus familias el gesto impagable de la donación. Sin donantes no hay trasplantes.