Al fin llegaron las elecciones y salió lo que tenía que salir, porque la población es más inteligente de lo que el Partido Popular piensa. Es ahora cuando despertamos hacia lo que pueden ser los próximos cuatro años. Claro que hay partidos que ni perdiendo hacen un examen de conciencia profundo como deben y siguen culpando al prójimo e instigando al temor de cambios y amenazas, como siempre han hecho. Tendrán que perder más y mejor para definitivamente ver claro que no se puede dominar el espectro político con amenazas y recordando al pasado. La ciudadanía está informada mejor, sabe lo que quiere y no teme la amenaza sobre todo, porque ya se ha demostrado que con militares, el 155, la cárcel, juicios, etcétera, lo que se consigue es confirmar que lo único que funciona es el diálogo firme y convincente con espíritu de acuerdos. Al final, algún partido político sobrará y se integrarán en otras siglas. En cualquier caso, añoro esos líderes políticos que hablan menos y tienen más preparación política para ejercerla debidamente, porque de lo que se trata es de saber dialogar, para buscar entendimiento, no confrontación, ni discordia y mucho menos odio.