Ya va siendo hora de que plantemos cara y castiguemos en las elecciones, aquellas conductas políticas que lo único que hacen es lesionar los derechos y libertades de la sociedad, dejar al libre albedrío que los corruptos campen a sus anchas, que los tribunales de justicia se dediquen a resolver los casos en los que la política no quiere entrar, que las víctimas del franquismo esperen ser resarcidas, mientras el dictador sigue manejando los hilos desde ese panteón del que la derecha española no lo quiere sacar. Estas y otras muchas bondades estamos sufriendo por no haber realizado un paso a la democracia con todas sus consecuencias.