Me refiero a Hernani. Primero, desapareció del callejero popular la vieja calle Padre Cardaveraz. Después, sin consultar a nadie, retiraron de la sala principal del Ayuntamiento el cuadro al óleo del citado sacerdote que hoy descansa en un desván oscuro de la Casa Consistorial. Por lo que se ve, a estos nuevos regidores les espanta el olor a religión. Agustín Cardaveraz nació en Hernani en el año 1703. Ingresó en la Compañía de Jesús en 1721. Era un gran orador, profesor de Filosofía y, sobre todo, un gran entusiasta y defensor del idioma vasco. A él le debemos la frase que tanto se repite todavía hoy: “Euskerak burua jasotzea, Jaingoikoak nai du”. Redactó varias gramáticas en vascuence para que la gente “lo hablase, lo leyese y lo escribiese bien.” Escribió varios libros en euskera, entre los que destaca la vida de San Ignacio de Loyola. Expulsada de España la Compañía de Jesús por el rey Carlos III, terminó sus días en Bolonia, el 17 de octubre de 1770. En 1908, sus restos mortales fueron traídos a Hernani con gran solemnidad y fueron colocados en la iglesia parroquial de San Juan Bautista y en el corazón de muchos hernaniarras.
