Sátira a un chef del cocidito madrileño
Titiritero en un teatro de autobombos e inquina/ donde siempre acaban las izquierdas/ colgadas de un chaparro atadas a una brida,/ la del caballo que dicen que robaron/ los rojos a los guiris, héroes de tu relato./ Titiritero, titiritero,/ a aquellos que confunden el oro con tu pico,/ la plata con tu trino resabio de pájaro de cuenta,/ tu pluma de artificio, tu nido de maraña, tu ardid de cenicienta,/ ensálzales los salmos de los santos que tienen fe de ricos./ Titiritero/ que en rudo golpe de timón inicias/ cada día tu andadura de burlón tabernario,/ suponiendo a la patria océano de inmundicias/ eres titiritero el Marco Polo patrio./ Titiritero, frenético antivasco militante, Fierabrás,/ el tono despreciativo es motor de tu seso,/ más sabio que Briján, acabarás/ desflorando una víbora si soñándola roja,/ verde y blanca despierta tu malicia.