Me gustaría expresar mi apoyo al pueblo de Amatrice en Italia por el reciente terremoto que ha dejado tantísimos muertos y heridos.

Italia es una familia golpeada, pero que no se detiene. Se valora y agradece el trabajo tan sacrificado de los bomberos, las labores de rescate, militares, Carabinieri, patrullas de montaña y tantos personales sanitarios. Gracias a ellos se ha devuelto a la vida a tantas personas que estaban atrapadas por los escombros.

Ánimo a todas las familias a que no pierdan la esperanza de encontrar a sus seres queridos, y que encuentren consuelo en tantas muestras de cariño y solidaridad que reciban estos días. Leo que incluso el Papa ha enviado allí a los bomberos del Vaticano...

Que tragedias como estas no nos dejen indiferentes y cada uno hagamos lo que este en nuestra mano por colaborar.