Las reticencias municipales por la posible cesión de cualquier local público en desuso y las fustradas reivindicaciones juveniles en sus peticiones producen discrepancias entre los mungiarras. La okupación del edificio, vacío bastantes años, de la Cruz Roja provocó una de estas discusiones. Los jóvenes demandaban instalaciones para practicar sus múltiples actividades culturales, musicales, etc. Abril del pasado año fue cuando se asentaron en Errota. Los juveniles componentes de la plataforma Alkar-Egaz continúan en el edificio, al no haber sido consideradas sus propuestas autogestionarias. Por su parte, el Organismo Autónomo Municipal manifiesta que viene ocupándose de la labor de facilitar la labor en los ámbitos culturales, deportivos o de tiempo libre, etc. Se impone la autorreflexión y las posibilidades de las diferentes realidades.