Mal, muy mal va este país cuando hay para derrochar medios y dinero durante más de cuatro meses con un gobierno a la deriva calentando poltronas, cobrando dietas, gastos de desplazamiento en zonas vips, sueldazos de escándalo y originando pensión y, por contra, recortando en Educación, en comedores escolares y suprimiendo las necesarias clases de apoyo a los estudiantes que las necesitan por diversas circunstancias. Esta es la educación que ofrecemos a la generación llamada a ocupar los futuros puestos en todos los ámbitos de la sociedad. Mientras tanto seguimos gastando en un ejército a todas luces inoperante e inútil, derrochando en inversiones multimillonarias de proyectos insalubres para la salud y los políticos metiendo mano al cajón del dinero público. ¡Qué más decir que no sepamos! Eso sí, que lo paguen nuestros hijos e hijas y su deficiente educación por falta de recursos. ¡País!