Victorias y derrotas
Dice un antiguo refrán que: La victoria tiene muchos padres y que la derrota siempre es huérfana. Esta moraleja se puede aplicar perfectamente, el día después a los partidos que han concurrido en esta nueva cita electoral, tras la cual parece que hay un ¿claro? y “sorpresivo” ganador y varios derrotados (en menor o mayor medida) y que las encuestas han demostrado, una vez más, que se pueden equivocar estrepitosamente e insisto, sorpresivamente, en la mayoría de sus pronósticos. Por supuesto, los que han sacado ese gran numero de votos y escaños celebran la victoria momentánea porque una cosa es haber ganado las elecciones, y luego tener una mayoría parlamentaria suficiente para formar gobierno. Respecto a los derrotados pequeños y grandes, algunos con muy poca autocrítica o repartiendo y señalando culpas a diversos factores (una injusta ley electoral, el voto útil o el del miedo) y otros, sencillamente todavía no acaban de creerse, lo que ni de lejos las encuestas les predecían. Esperemos pues que esta vez sea la buena, que no se enreden y que, a pesar de los pesares, formen un gobierno de todos y para todos.