No me reprimo y sin esperar a que concluyan las obras de renovación urbanística integral que se están ejecutando en toda la calle Luis Power, de Deusto, he de expresar, en mi nombre y el de numerosos convecinos que se suman a mi iniciativa, nuestro agradecimiento más efusivo a todos los intervinientes en las mismas. Desde el Ayuntamiento como institución promotora (y en los que incluyo a movimientos sociales del barrio), pasando por la empresa adjudicataria, en la que destaca la profesionalidad, educación y buen trato del personal empleado en las mismas y que, inevitablemente y por su proximidad, ha establecido contacto con nosotros. Cuando se iniciaron las obras, en noviembre pasado, todos nos temimos lo peor, augurando un infierno de ruidos, barros y riesgos de caídas, que, mira por dónde, va a ser que no, a pesar de la maquinaria empleada, la zanjas excavadas y de lo que ha llovido. Y creo que no hay lugar a las suspicacias, por mucho que el alcalde sea de Deusto. Todo obedece a una escrupulosa profesionalidad. De todas formas, creo que tocaba, pues en esta calle, en al menos cuarenta años, a lo sumo se habrán sustituido cuatro baldosas de Bilbao.
