La gente que dirige el mundo lo hace valiéndose de nuestro miedo, cuando nuestro sentimiento más puro, auténtico, es el amor. Ya va siendo hora de cambiar las tornas, ¿no creéis?
¿Estás receptivo a conocer, por ti mismo y sin intermediadores, tu auténtica condición? ¿A generar la realidad que tú anhelas, y no la que llevan tanto tiempo decidiendo otros? Valiéndose, para ello, de nuestra incapacitación progresiva como seres pensantes y con corazón. ¡Hagamos un nosotros fuerte! ¡Generemos vida y no más conflictos y muerte! Propongo una concejalía en todos los Ayuntamientos para discutir sobre ello.