El diálogo es uno de los elementos clave de la democracia. Si no hay diálogo, especialmente entre los más distantes, no puede haber acuerdos. Puede haber dictadura de la mayoría, pero no democracia ni acuerdos.
Los demócratas de toda la vida del PP se niegan a hablar con Bildu porque, dicen, no ha condenado a ETA ni ha pedido su disolución. No voy a discutir si es cierto o no lo es. Como mínimo dos de las tres formaciones que integran Bildu sí lo han hecho.
¿Pero ha condenado el PP el levantamiento militar de Franco? ¿Ha condenado el PP todas las matanzas que se realizaron bajo el régimen de Franco? ¿Ha condenado el PP las acciones de los incontrolados, de ATE y de los GAL al final de la dictadura y durante la partitocracia que soportamos? ¿Ha condenado el PP acciones policiales que organismos internacionales han calificado de tortura? ¿Ha condenado el PP las acciones llevadas a la práctica por agentes del estado democrático que los tribunales han condenado, aunque solo sea a los más bajos en el escalafón, por tortura? ¿Sería lógico que los demócratas con las manos limpias de sangre se negaran a dialogar con el PP por esas razones?
Sería una aberración; la misma que ellos dicen que van a cometer.