Tres años y medio largos de espera pero el día D ya está aquí; la jornada del cambio que nos devuelva la verdadera Euskadi, secuestrada por un gobierno antinatura que se afana ahora, ríanse, en levantar muros con el fin de frenar al abertzalismo, inmensamente mayoritario en sus dos vertientes. Aquellos que, de forma desvergonzada, durante años acusaron al mundo nacionalista de fabricar diques de separación, odios y fracturas, llevan semanas con el soniquete cansino sobre que "si tú no vas, ellos ganan".

Efectivamente, si usted no acude el domingo a depositar en la urna el voto que dibuje la realidad de esta nuestra nación, por muchas encuestas que se hayan cocinado, ellos volverán a ganar. Es hora de edificar puentes de entendimiento pero, además, de avanzar al fin hacia un Estado soberano en Europa.