Locura y maldad no tienen por qué ir unidas, y a José Bretón me remito. Es un ser depravado moral, frío, calculador y egocéntrico, de una afectividad nula y, encima, machista. Si realmente ha matado a sus hijos es por venganza, porque a él no le deja nadie.

Yo solo pienso, mirando las fotos de mis hijas, que si alguien les hiciera daño, le deseo una condena corta. Porque mientras esté en prisión estará bien, pero cuando pise la calle, nada ni nadie podría impedir que me ocupara yo personalmente de hacerle la existencia más plácida... Y sigo pensando y me doy cuenta de que lo triste es que esto hace que en cada uno de nosotros pugnen por salir a la superficie irracionales deseos de venganza.

Este es un caso parecido al de Lasa y Zabala, en el que les secuestraron, asesinaron y posteriormente enterraron sus cuerpos en cal viva para borrar huellas. Sus autores están en libertad y no han cumplido las condenas.