Es de bien nacido ser agradecido me lo enseñaron mis aitas.
Agradezco, bihotzez, a los chavales que nos han animado las fiestas con el musicón. Gracias a ellos hemos tenido ratos de gente. Agradecida a los clientes, amigos y amigos trabajadores: Eskerrik asko.
Enfadada y mucho con el Ayuntamiento, no solo en estas fiestas sino durante todo el año. Algorta es mucho más que la plaza Telletxe, la plaza Satistegi, la avenida Basagoiti y la plaza Biotz Alai. Los demás no existimos salvo a la hora de pagar impuestos. Ahí todos somos iguales, tanto los locales de esas plazas como los que estamos, por ejemplo, en la calle Urgull.
Quiero tener los mismos derechos.
Y en fiestas, ¿fanfarrias?, ¿kalejiras? Ni una sola. Solo he escuchado reggaeton. Nos prohíben sacar altavoces a la calle o girar los del local y nos exigen cerrar media hora después que las txosnas que, encima, no cumplen. Las cosas están mal para todos; esperábamos estas fiestas para poder sobrevivir y nos hemos ahogado.
Gracias al Ayuntamiento por ayudarme a cerrar mi negocio. Habrá que plantearse por qué cada vez hay menos negocios regentados por gente del pueblo; a mí me preocupa.
Maite zaitut, Algorta!