Cuanto más leo la prensa, más me sorprendo de los políticos y de sus decisiones. Quizá la sorpresa debería ser que con sus actuaciones la crisis no haya llegado antes. Y me explico. Se supone que estamos en una crisis económica de máxima gravedad y consecuencias incalculables. Los gobiernos, el vasco y el español, están recortando de todos los sitios, incluidos de aquellos que creíamos intocables por adentrarse en el terreno de lo social. Pues no, no eran intocables. Sin embargo, ese mismo gobierno que recorta en educación y en sanidad no tiene ningún pudor en subcontratar servicios públicos, como es el servicio vasco de empleo, y además contratarlo a una empresa que está siendo investigada por el Gobierno vasco por supuestas irregularidades y fraude, y que lo está haciendo tan francamente mal que está colapsando la tramitación de la Renta Complementaria de Ingresos de Trabajo. Mientras tanto, miles de familias han tenido que esperar varios meses para acceder a una prestación social que permitiera cubrir sus necesidades básicas. Y no digo más. Creo que no hace falta...