Desde mi mayoría de edad he escrito puntualmente a varios diarios de comunicación movido por la irracionalidad de un postulado político (la izquierda abertzale radical), cuya operativa para conseguir sus fines merecen mi mayor rechazo pues vulnera los derechos fundamentales de los ciudadanos.

El viernes fue detenido mi sobrino Xabier Vidaurre Sanz, acusado de pertenencia a Segi. Xabi, de 20 años, desde muy pequeño no ha renunciado a sus ideales, que equivocados o no, le han conformado como una persona comprometida, no sólo con el entorno abertzale, sino con actividades sociales y con su familia (se quedó sin padre con 3 años).

Yo creo en Xabi, creo porque le conozco mejor que el Sr. Marlaska y el Sr. Rubalcaba. Es lícito para el Estado llevar acciones que detengan la kale borroka. Ahora bien no es lícito el desproporcionado despliegue de medios, la ausencia de presunción de inocencia y por supuesto las formas de detención de mi sobrino, que según el protocolo son iguales a las de un asesino etarra.

El viernes fue un día duro. Será difícil racionalizar lo que ha pasado y convencer a los hermanos de Xabi de 18 y 19 años que aunque la ley es injusta, debemos seguir confiando en el Estado de derecho.

Xabi confío en ti. Muxu bat.

Fe de erratas. En el artículo de Nuria Ferragutcasas del domingo pasado titulado Guerra, periodismo y propaganda, se decía que desde 1932 el País Vasco disfrutaba de un Estatuto. la realidad es que Euskadi no tuvo Estatuto hasta octubre de 1936.