He leído que en una universidad de China, desde hace unos días, las alumnas se ven obligadas a aprender a orinar de pie. Es una cuestión de ahorro, más que de igualdad sexual. Las autoridades universitarias aseguran que si las chicas hacen sus necesidades sin sentarse evitan el derroche de 160 toneladas de agua al día. Un ahorro considerable para la institución.
Seguramente, y hablo sin saber, ha sido un invento de hombre. Y ya se sabe: una idea de hombres para las mujeres, fracaso inminente. Habría que ver el numerito que se hubira montado aquí con la pandilla de Bibiana...