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Luis Javier Tellería

No renunciar

Aunque últimamente venía cavilando sobre la máxima de si debemos recordar la historia para no repetirla, cuestión que de inicio no me convencía en la medida que cada tiempo tiene su afán, al observar lo que pasa alrededor empiezo a concluir que para nada rememorar o no es el tema a considerar.

Hace días la lideresa Ayuso, novia del acusador, expresó, una vez conocida la sentencia del juicio contra el fiscal general, que los jueces volvían a restaurar la democracia, ni más ni menos. La máxima supondría que, en su épica misión restauradora, debería atender también a los jueces que sentenciaron que Sortu y Bildu no eran ETA, que además después se disolvió, y que por tanto podían presentarse a las elecciones reintegrándose en la democracia restaurada. Pues no, a los días proclamó que “ETA está preparando su asalto al País Vasco y a Navarra” y se quedó tan ancha. Se ve que añora restauraciones democráticas de los jueces unos días sí y otros no.

Por otro lado, cuando hace unas semanas se celebraba el 50 aniversario de la muerte de quien tenía el culo blanco, no escuché a ningún representante de la española derecha criticarle, siquiera susurrar que la dictadura estuvo algo mal y violó un poco las libertades. Todo lo contrario, hubo voces que llegaron a decir que hizo cosas tan buenas como los pantanos. Es decir, si quienes son herederos ideológicos, aunque sean colaterales, del franquismo no abdican para nada de su mandato y sus tropelías, todo parece indicar que aquella época no les disgusta.

Concluyo que, vista tanta gente por la derecha añorante del franquismo y ETA, lo que añadido a quienes integrados por la izquierda en la democracia tampoco terminan de condenar lo que hizo ETA, comienza a surgirme la sensación de que el problema no es si recordar o no, es que no renuncian.