Bridgestone ha decidido meter katana. La multinacional japonesa del neumático recortará empleo en Basauri. Es una amputación en toda regla. Las ventas no dan, el sector de automoción no ofrece garantías de ventas y, tras cuatro meses de regulación en el último año, el final del último ERTE se torna amenaza de destrucción de puestos. Por respeto a los cientos de familias afectadas, no lo conviertan en otro pulso político de culpas. Busquen juntos soluciones de empleo alternativas si no las hay dentro. Y cuidado al cortar; para salvar ese cuerpo tiene que latir.