Ni Belarriprest!!
Entre el 15 y el 25 de mayo celebraremos la cuarta edición de Euskaraldia. Dos roles a elegir: Ahobizi o Belarriprest.
Sin duda, una de las novedades y aportaciones de Euskaraldia es integrar a todas las personas que entienden euskera y poner en valor su aportación.
En la primera edición, así se entendió y para mí fue un auténtico placer poder dirigirme con confianza a todas las personas que portaban la txapa de Belarriprest.
Sentí un gran respeto, al ver que muchas de ellas habían dado el paso de dejar la comodidad de relacionarse en castellano y durante once días ofrecer la opción de dirigirse a ellas en euskera, siendo participantes de Euskaraldia.
Este paso va más allá de un gesto simbólico de apoyo al euskera. Este salto es abrir la puerta a que el uso del euskera se pueda extender exponencialmente. Y esa es la clave para que la revitalización del euskera avance.
Conozco a muchas de esas personas, conozco su recorrido durante años en euskaltegis, conozco sus miserias y alegrías con respecto al euskera, sus complejos, han sido mis compañeras en ese camino, que yo mismo empecé y desarrollé en Iruñea cuando tenía 20 años.
Se de buena fe, que todas esas personas tienen un sentimiento de pertenencia tan alto o más que el mío dentro de la comunidad euskaltzale. Se que muchas han hecho esfuerzos grandes para manejarse en euskera. ¿Cuántos de ellas, han invertido sus vacaciones en barnetegis o en baserris, para intentar mejorar y manejarse en euskera? Y luego, por diferentes circunstancias, no han llegado a sentir la confianza, o no han encontrado el entorno adecuado para seguir hablando euskera, y se les ha ido oxidando.
Yo me considero un privilegiado porque, en un momento determinado, tuvo el tiempo y la motivación necesaria para estudiar y practicar lo suficiente para llegar a manejarme en euskera y después poder decidir trabajar en este idioma.
En ese sentido, siento que los euskaldunberris somos un colectivo que cuenta con gran reconocimiento por nuestra aportación a la revitalización del euskera. Y quiero transmitir que todas las personas que entienden euskera y se prestan para que les hablemos, merecen también un gran reconocimiento de la comunidad euskaltzale.
Euskaraldia nos da también la oportunidad de hacer que todas esas personas, que han pasado o están en los euskaltegis, que son mintzakides, se sientan muy orgullosas de su aportación y vean que realmente ayudan a ganar espacios de uso del euskera, en su barrio, pueblo, sociedad, puesto de trabajo…
Son once días y una oportunidad para sentirse bien y volver a encontrar la motivación para seguir hablando, estudiando…, y quien sabe más adelante volver a manejarse en euskera.
Tomemos Euskaraldia como un juego, juguemos con confianza, con humor. Divirtámonos durante esos once días. ¿Que ahora me atrevo a responderte en euskera? Aurrera! ¡Ostras! En este tema te respondo en castellano. Aurrera!
Disfrutemos y compartamos nuestra pasión por el euskera. Ayudándonos entre todas a usarlo. ¡Seamos euskaldun imperfecto! Ze kristo!
Dicho esto, quiero remarcar que Belarriprest no tiene que ver con saber más o menos euskera. Ni tampoco Ahobizi es igual a euskaldun. ¡Qué va! Se puede llevar la txapa de Belarriprest y actuar como Ahobizi. Tranquilamente. ¡Otra forma de jugar!
Belarripest somos todas las personas que pedimos que nos hablen en euskera a los conocidos y desconocidos, nos manejemos mejor o peor en euskera. Y Ahobizi son, por decirlo de alguna manera, Belarriprest que están dispuestos a jugar el rol más vanguardista, más atrevido…, pero es importante hacerlo bien, ¡eh! Es mucho más efectivo un belarriprest que cumple bien su rol que un ahobizi que no lo hace.
Taupa, euskaltzaleen mugimenduko kidea