LOS periódicos y libros impresos en papel estaban condenados desde hace años a una desaparición irremediable. Puede que así sea, pero no será ya. En el Estado español se vendieron el año pasado 5,2 millones de libros, un 3,4% más que el anterior. Hay quien cree que comprar libros no significa leerlos, pero el dato es el dato. Como lo es que se editaron casi 2.000 libros en euskera, un 2,4% más. Es verdad que aumentan también los libros electrónicos y los audiolibros, una tendencia al alza a la que algunos no hemos conseguido engancharnos. Ustedes, lectores de papel, me entienden.