FEIJÓO admitió ayer que José María Aznar no gestionó “bien” lo que sucedió un 11 de marzo de hace veinte años. “Supongo que pensaba que estaba haciendo lo correcto”, le excusó el presidente del Partido Popular. No es lo que dice la hemeroteca que resulta ser un espejo insoportable ante el que mirarse cuando te pone ante la realidad. Y la realidad habla de manipulación directa de lo sucedido de mano del propio expresidente del Gobierno español, con llamadas personales incluidas para convencer de que había sido ETA la responsable de la masacre. Era lo correcto para él y sigue siendo una infamia dos décadas después.