MENOS mal, el Puente Colgante no estaba roto. Como cada año, BBK vuelve a sorprendernos con una acción que busca despertar conciencias en el conjunto de la sociedad y también de manera individual sobre distintos temas. Este año, la propuesta pasa por El precio a pagar, qué esconden, porque no nos lo cuentan, las etiquetas de los productos que adquirimos. Contribución al cambio climático, explotación infantil, empobrecimiento de los países fabricantes... BBK nos permite descubrirlo para formar parte de la competitividad sostenible y evitar la ruptura –como la del Puente Colgante– de la sociedad actual.