"QUIZÁS alguien debería disculparse”. Pero no, nadie hizo una mínima intención de referirse al boicot sufrido por el lehendakari el lunes por utilizar el euskera en un evento de empresa. Ni desde la organización ni de los vergonzantes asistentes. Y también cero palabras de alguien de la clase política de nuestro país. Quienes peinamos canas en esta profesión recordamos que hubo un tiempo en el que había dirigentes que se pronunciaban sobre algo grave sin que hubiera que preguntarles. No se me ocurre mejor ejercicio de iniciativa propia para dejar claro que ese ataque intolerable es a toda la sociedad. Tiempos distintos, valores distintos.