Sostiene el delegado del Gobierno español en la CAV, Denis Itxaso, que “poco nos importa que las decisiones vengan de Madrid, de Vitoria, de Bilbao o de Bruselas si son decisiones justas, racionales y nos permiten alcanzar el objetivo de una sociedad mejor”. El planteamiento es falso. Establece un criterio que –ignorante de mí– me atrevería a calificar de anticonstitucional y antiestatutario. Igual habría que reformar la Declaración de la ONU para incluir que las leyes “justas”, “racionales” y que hagan “una sociedad mejor” serán de obligado cumplimiento en todo el orbe. Hala, ya hemos arreglado el mundo.