EL Papa Francisco cumple hoy los primeros diez años de su Pontificado. Lo mejor que se puede decir es que es un líder mundial, además de cabeza de la Iglesia, y que se ha metido en todos los charcos: desigualdad y pobreza, inmigración –“¡Vergüenza!”, clamó en Lanpedusa–, homosexualidad, abusos de religiosos, sostenibilidad y cambio climático, guerra... En lo que se refiere a la Iglesia, ha emprendido una renovación que le ha granjeado muchos enemigos internos y ya se plantea el papel de la mujer o el celibato. La paradoja es que quizá es más popular en la agenda mundial que en la Iglesia l