DA la sensación de que las sucesivas olas de calor en lo meteorológico de este verano se van a reproducir en otoño en lo político. Lo que tradicionalmente se conoce como otoño caliente, pero corregido y aumentado. En esto no tiene que ver el cambio climático, pero sí el calentamiento ambiental que provocan los partidos y que ocasiona también sofocos, bochornos e incendios incontrolados. Estamos a nueve meses de las elecciones municipales y autonómicas. Un em-barazo que se prevé complicado y que condicionará la legislatura de Sánchez. ¿Hay quien dé más? l