EUSKADI toca techo en los embarazos de mujeres mayores de 40 años y en natalidad andamos por los suelos. Un debut tardío que achacan los ginecólogos al estilo de vida ya que ellas “se cuidan”, que es como decir que lo partos estropean una barbaridad cuando lo que realmente está roto es el mercado laboral o el acceso a una vivienda, lujos del primer mundo tanto o más que tener hijos. Abocados a una sociedad de poca infantería y mucha población senior existe también el factor “prioridades”. La felicidad de las mujeres ya no reside en su realización como madres. El entorno, lleno de dificultades, tampoco ayuda.