SI va a salir de vacaciones en coche estos días, antes de revisar el estado de los neumáticos o el líquido de frenos, prepare bien la lista de música para el viaje. Porque la DGT ha lanzado una serie de advertencias de cómo deben ser los temas para que no afecten a la conducción. Aunque las canciones de Camela siempre hayan funcionado, aconseja decantarse por ciertos géneros. Primer requisito, que las canciones no adormezcan. Segundo, que no fomenten una actitud defensiva o agresiva. Y tercero, que no distraigan su atención. La Universidad de Dortmund asegura que con el pop-rock o el heavy se tiende a conducir más rápido y de manera más violenta que con música clásica. El freguetón no vale. No es que amuerme, que también, es que retrasa profundamente el cerebro humano. Al parecer, las canciones más seguras son aquellas que tienen un tiempo parecido al de nuestro corazón. ¡Menuda horterada! Y ¡ojo con la Rosalía! porque si llevas demasiados decibelios te pueden multar hasta con 3.000 euros. Por eso, con Radio María, no hay sanción que valga. A mí me parece que los más de 1.000 fallecidos que se producen cada año en las carreteras españolas no se deben, desde luego, a la música que escuchan los conductores, pero ya estoy ansiosa por conocer la playlist de la DGT en Spotify. No creo que incluya Despechá. Igual pasa por oír jotas en el coche. Será lo que le gusta a Pere Navarro. l

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