L factor de amenaza nuclear ha estado presente en la agresión rusa a Ucrania desde el primer momento. Putin juega esa indecente baza, ejerciendo de auténtico terrorista atómico, mientras dice que los bombardeos son "groseras falsedades". Sabe que el miedo a un conflicto a gran escala con uso de armamento nuclear es lo más disuasorio para occidente. Primero amagó con el botón rojo y ahora ha atacado y tomado el control de la mayor central nuclear de Europa. Pero también lo niega y acusa a Ucrania. Su miseria moral es un residuo radiactivo.