N la entrada del cementerio de Begoña, una inquietante inscripción advierte: "Esta es al fin la entrada obligatoria que conduce al infierno o la gloria". Hace unas semanas, la sociedad de ciencias Aranzadi, que trabaja en el camposanto en el proyecto del Ayuntamiento de Bilbao, exhumó el cuerpo de un gudari. Ayer, se notificó el hallazgo de cuatro fosas comunes con restos de una treintena de personas que podrían datar de la I Guerra Carlista. A buen seguro, uno y otros vivieron y murieron en un infierno. Los senderos de gloria son de otro mundo.
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