N una película de los pasados 90 -que por aquí titularon Mandíbulas- una feliz anciana alimentaba crías de cocodrilo después de que un gigantesco reptil hubiera devorado a varios campistas. El PP sigue echando miguitas a Vox cada vez que alguien como Carlos Iturgaiz blanquea a la ultraderecha xenófoba, misógina y homófoba de su excompañero de partido Abascal. Ese minimizar la corrosión moral de esa formación ha engordado al bicho y criminalizar al resto de partidos ha convencido a muchos españoles de que hacen falta mandíbulas impenitentes que desgarren la democracia.