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Desobediencias

S inusual e insólito que la segunda autoridad de un país, como es quien ostenta la Presidencia de un Parlamento, participe en una protesta que consiste en cortar una vía pública. Máxime si esa movilización no ha sido autorizada -es decir, ha sido prohibida- por el Gobierno. Lo ha hecho la presidenta del Parlament de Catalunya, Laura Borràs, probablemente para apaciguar las críticas por haber obedecido la orden de retirarle el acta a un diputado de la CUP. Así que ahora desobedece y desafía a su Gobierno. No se puede estar en misa y repicando.