O exijamos a los jueces interpretaciones que no les competen. Yo nunca pediría a un magistrado un diagnóstico sobre mi esguince de tobillo, ni le pondría en el brete de valorar el temario de tercero de ingeniería mecánica, su dificultad o interés para la formación del profesional que deberá ejercer en el futuro. Por eso no acabo de ver que, motu proprio, decidan que la pandemia ya no requiere de una medida de protección u otra o que a un funcionario hay que ponerle más fácil el acceso a plaza porque ¡hay que ver qué difícil es el euskera! No es sarcasmo, oiga, son sentencias...