PRINCIPIOS de diciembre asistimos a la celebración de un tercer referéndum de independencia en la colonia francesa de Nueva Caledonia, referéndum que ha resultado un fracaso para los proindependentistas por mor de su negativa a acudir a votar al no retrasarse el referéndum por causa de la Covid. La consulta, de esta manera, la han ganado los partidarios de mantener los vínculos con Francia. El principio de autodeterminación, así como el derecho a la independencia, ha sido la base de los nacionalismos y la creación de muchos de los Estados nación actuales. La ONU ha hecho uso durante el siglo XX del Principio Thomas Wilson, presidente de los EEUU hace un siglo, que le dio carta de naturaleza tanto al principio de autodeterminación como al derecho a la independencia, en este caso como base para la descolonización de algunos países del tercer mundo, no así de las naciones emergentes en el primer mundo.

- Del mismo modo que ha sucedido con Nueva Caledonia, el Estado francés también se ha mostrado dispuesto a discutir sobre la independencia del archipiélago de Guadalupe. De igual manera, el pasado 30 de noviembre la Reina Isabel II dejaba de ser la jefa de Estado de Barbados, que ese mismo día pasaba a convertirse en la república más joven del orbe. 55 años después de independizarse de Reino Unido, Barbados decidía cortar lazos con la monarquía inglesa, y aun y cuando los Windsor han perdido su jefatura sobre la isla antillana, Isabel II todavía sigue siendo reina de 15 estados, entre ellos algunos de la importancia de Canadá, Bahamas, Belice, Jamaica o Islas Caimán.

- Así las cosas, bien cerca de Madrid se asiste a fenómenos de descolonización respecto a las metrópolis, en París y en Londres, con la aplicación del antes citado principio de Thomas Wilson. Para la ejecución del derecho de autodeterminación en naciones del primer mundo, ya se encargan, bien los propios Estados, bien la propia Unión Europea, de poner las trabas infranqueables para el ejercicio de dicho derecho. El referéndum “no se contempla en la Constitución” se dice desde el Gobierno español de turno, como muestra fehaciente de que, al menos en la unidad de España, todo quedó atado y bien atado. Es por eso que hay que dar con mecanismos consensuados que no generen fractura social, institucional o política , pero ya se sabe que de dos partes, si una no quiere, pues apaga y vámonos. * Analista