Veintidós días después el Athletic volverá a jugar. Es un hándicap, sin lugar a dudas, no recuerdo un parón tan largo una vez arrancada la competición. Siempre hablamos de estados de forma y de esa chispa que se tiene o no. El caso es que los leones volverán a jugar con alguna duda por la falta de actividad. Los planteamientos físicos de los equipos están muy avanzados, pero la competición es la competición y habrá que ver el sábado cómo están las piernas y los corazones.
Marcelino va a recuperar en estos días a algunos jugadores que estaban con problemas físicos y entiendo que habrá dedicado muchos entrenamientos a reforzar conceptos tanto defensivos como ofensivos. Lo curioso del asunto es que una vez arranque, jugará una tacada importante de partidos, tendrá que mover bien las fichas. El equipo estaba bien y este tiempo de inactividad no debería haber trastocado esa buena marcha. Esperemos que así sea.
Se agradece, y mucho, que regrese el fútbol porque el ruido de los últimos días no ayuda nada. Últimamente preocupa más que el propio juego y lo deportivo todo lo que envuelve al club. Siempre he creído que después de cada elección quedan muchos viudos y viudosviudasTal es así que la agresividad se eleva a unos límites difíciles de digerir cuando se trata de un club en el que supuestamente todos reman a una. Está claro que a una puede que sí, pero en la misma dirección me da que no.
Hay quien se frota las manos con un nuevo proceso electoral. A mí me da pavor, volverá a pasar lo mismo. Esto empieza a ser insufrible. Creo que entre todos los que buscan el sillón de Ibaigane debería salir, desde el consenso, una sola candidatura. Los tiempos se están echando en contra del Athletic y si no somos conscientes de esto y jaleamos la división y el enfrentamiento, nos quedaremos sin club.
El sábado, además de partido, hay asamblea El órgano de gobierno del club con los socios compromisarios a la cabeza. Yo entregué mi carnet a uno de ellos y solo le he pedido una cosa, responsabilidad. Lo que sí tengo claro es que decir que el covid