EO que la llegada de los talibanes al poder en Afganistán ha desatado una corriente de actos de homenaje a sus combatientes. Glosan las hazañas de sus mártires y las de quienes asesinaban con el nombre de Alá en los labios en una guerra cruel de décadas. En estos ongietorris talibanes participan pueblos enteros -y a ver quién es el guapo que se queda en casa ese día- que desfilan ante los combatientes convertidos en emblema de la libertad como justificación de las barbaridades cometidas. Cosas de gente incivilizada, claro. Nadie por aquí tendría la insensibilidad de proponerlo siquiera...