ENEMOS una facilidad innata para convertir en natural lo excepcional. No digo que tengamos que estar dando palmas toda la vida cade vez que esta sociedad y sus gobernantes acierta en sus apuestas. Pero va un trecho de ahí a que olvidemos el modo en que nos ha cambiado -mejorado, enriquecido, facilitado- la vida la decisión contracorriente de construir un transporte metropolitano limpio y subterráneo en Bizkaia. Me da igual cuántos años cumpla: es un éxito. También para los que juraban que no se necesitaba y ahora no pueden vivir sin él. Una infraestructura vertebral.