ERMOSA casualidad que los chilenos hayan votado ahora sepultar los últimos vestigios de la dictadura de Pinochet. Casi ocho de cada diez votantes lo han ratificado en plebiscito: quieren una nueva Constitución y no el parcheo lento de la que dejó el dictador. No quedaba maquillaje suficiente para seguir pintando la cara al marco legal. En el hemisferio sur es primavera y en Chile se consolida aquella que quiso vivir Víctor Jara, muchas veces ideólogo acrítico con los suyos pero siempre poeta: "Ahora quiero vivir junto a mi hijo y mi hermano la primavera que todos vamos construyendo a diario".