S comprensible la sorpresa de la oposición ante el anuncio del lehendakari de valorar que se celebren las elecciones en julio. Lo que no cuadra es que lo rechacen los mismos partidos que están todos los días hablando de la nefasta gestión de esta crisis -y de Zaldibar, y de las residencias, y de...- del “soberbio” Urkullu y no quieran la oportunidad de echar al gobierno y hacer las cosas como ellos creen que hay que hacerlas, aunque para que nos pille confesados tengamos que recibir la absolución por videoconferencia. Hay que pensarlo ya. ¿O esperamos al año que viene?