La crónica en Twitter de Eduardo Bravo sobre el acto de Vox en Vistalegre de este fin de semana es estupenda, no solo por los entrecomillados que saca, también por la acidez con los que los comenta. Pero su corolario no puede ser más amargo y cierto: “Pocas bromas con el Vistalegre de los fachas. Es fascismo de libro. Y está calando”. No solo por lo del sábado: lo poco que les hemos visto hacer desde los parlamentos, las campañas de este año y su trayectoria hablan claro: Vox ocupa la extrema derecha con mensajes contrarios a la igualdad entre personas, con su apelación a lo bélico y sus colaboradores.