SE gesta la pose de recortar el gasto en publicidad electoral en las calles. Lo proponen los partidos que tienen a su disposición los grandes medios de comunicación del Estado para que lo cumplan los que no los tienen. Los debates propuestos en televisión tienen números clausus y su tiempo se lo reparten los partidos que han provocado la repetición electoral. Ningunear al resto, a los de ámbito vasco, catalán, gallego, es lo que hay detrás. Su lavado de cara por el gasto que ocasionará la convocatoria es interesado y manipulador de la opinión pública. Cerrar el bolsillo de los partidos pequeños es cerrarles la boca.