EL peloteo entre el Tribunal Supremo y la Mesa del Congreso ha llegado al 40 iguales: ¡deuce! El juego se alarga porque la Mesa, que juega al resto, se agarra a la pista con uñas y dientes y se resiste a recibir el pelotazo del Tribunal en plena semana electoral. Da la impresión de que el Supremo hace falta de saque porque no quiere pedir suplicatorio y pretende que la Mesa mande la bola fuera y suspenda por su cuenta a los diputados procesados. Batet mide el golpe para no irse larga y sigue el peloteo. Y el TS, que pensaba ganar con al saque y volea rápida, empieza a irritarse. ¿Romperá la raqueta?