A la mayoría de los políticos españoles les debiera crecer la nariz de tanto mentir por pícaros, su historia y a política se refieren. Y lo hacen con excesiva frecuencia sobre sus planteamientos y su heroica historia e imperial. Pretenden ser demócratas, lo contrario de lo que son. De la noche a la mañana se han convertido de franquistas empedernidos con su sindicato único, camisa blanca de su -movimiento- y sus camisas azules -los falangistas-, todos ellos a los trajes de Armani. Se inventaron sus grandezas de tierra de conquistadores, para pasar a la democracia, aunque ya fueron demócratas -falsos- en tiempos de Franco, era la democracia orgánica, es decir, organizada a su medida fascista. Pero todo ello no solo es de ahora, su historia impuesta desde tiempos remotos hasta la actualidad, es de sobra conocido por los que utilizamos la memoria y ellos se mirarán al espejo, que su imperio y sus hazañas van ligadas a sangre y fuego con sus crímenes de conquistas de pueblos que normalmente vivían en paz, como hacen todos los imperialistas o conquistadores. Todos los reyes y reinas solo se preocuparon de conquistas y de rodearse de verdaderos lacayos serviles, señores feudales, durante siglos sojuzgando, incluyendo a sus pueblos y a todos los de su alrededor. Así, hoy nos vemos envueltos en su falsa historia de que España es el Estado más viejo del mundo -según ellos dos milenios-. Por lo visto no existieron Mesopotamia, Persia, Egipto, Grecia, India, Cartago, Roma... y mil más incluyendo a los árabes durante ocho siglos. España nació en 1714, con la conquista de Cataluña -el día de la Diada- por el primer Borbón, Felipe V.