Totalán es un municipio de Málaga. En muchas fincas hay huecos profundos, infinitos. Se busca agua. En Totalán también. Una familia disfruta un día de barbacoa. Un agujero llama la atención de Julen, dos añitos, hijo de esa familia. Julen, se dirige al hoyo. Alguien da la alarma. Su padre le llama y corre hacia él, pero la voz de la perforación es más seductora y no escucha ninguna otra? ¡Ay Julen, no vayas, que la voz te engaña! El niño se acerca, los dedos de su padre le rozan, pero el pozo gana. El hueco es angosto, el crío menudo, el descenso largo? Los que saben, calculan sobre cien metros. Los equipos de rescate bregan día y noche. Expertos ingenieros de minas, geólogos, bomberos y fuerzas especializadas no cejan en discurrir una solución, pero cualquier técnica parece que implica poner en riesgo la seguridad de Julen, y se descarta. El tiempo, cómo la marea, no espera. Urge una solución inmediata, ya que han pasado más de cien horas. Unos padres desesperados, que ya conocen la dentellada de perder a otro hijo con tres añitos, unos equipos de rescate extenuados, una idea eficaz que no llega y los nervios comienzan a aflorar. El alcalde de Totalán y algún que otro medio, cuestionan los procedimientos de rescate y la tardanza en aplicarlos. Yo digo que lo primario es salvar al soldadito Julen. Todo lo demás, incluido el asunto de orificios abandonados sin cegar, puede aguardar. ¡Pequeño, no vayas, que el pozo te atrapa?!

Estos padres y madres, lógicamente preocupados por las consecuencias académicas que la huelga de profesores pueda tener en sus hijos, ¿se han preocupado en estos últimos diez años por las circunstancias laborales de los maestros y maestras de sus hijos? ¿O simplemente han mirado hacia otro lado hasta que la insostenible situación de estos profesionales de la enseñanza ha repercutido en los niños? Para pedir responsabilidad, primero hay que ejercitar la empatía y la solidaridad, porque pedir a los demás que traguen con lo que nosotros de ninguna forma aceptaríamos, es la ley del embudo, o sea, hacer trampa.